Los certificados de carbono desempeñan un papel crucial en la generación de un modelo económico para un proyecto forestal al permitir la monetización de los beneficios ambientales asociados con la captura y almacenamiento de carbono. Estos certificados representan una unidad de reducción verificada de emisiones de gases de efecto invernadero, generalmente expresada en toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq), que ha sido mitigada o compensada a través de actividades de conservación forestal.
Los certificados de carbono pueden generar ingresos adicionales para los propietarios o administradores de bosques al ser vendidos en mercados de carbono voluntarios o regulados. Estos ingresos pueden contribuir significativamente a la viabilidad económica del proyecto forestal al proporcionar una fuente de financiamiento adicional, además de los ingresos derivados de la venta de productos forestales como madera, frutas o servicios ecosistémicos.
Además, los certificados de carbono pueden mejorar la valoración económica de un proyecto forestal al demostrar su contribución a la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Esto puede ser especialmente importante en el contexto de la creciente demanda de inversiones sostenibles y la necesidad de cumplir con los objetivos de reducción de emisiones establecidos en acuerdos internacionales como el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
